“Guayaquil, ciudad de historia y de progreso, perla de ensueño… puerta y puerto de Ecuador”.
– Viva Guayaquil
Guayaquil
Guayaquil……….gracias
debería seguir la secuencia ofrecida y escribir sobre el orden pero esta es la semana de agradecer, agradecer a esta ciudad querida.
Guayaquil de mis amores…
Nuestra ciudad quedó sentimentalmente bautizada por el glorioso pasillo del mismo nombre. Letra del orense Lauro Dávila y melodía del Libanés nacionalizado ecuatoriano Nicasio Safadi. Decía el maestro Safadi, de quien tuve el honor de ser su alumna personal a muy temprana edad en el comedor de mi casa, en la guayaquileñísima esquina de 9 de Octubre y Boyacá que amaba tanto Guayaquil que hizo esa música con el alma.
Esta semana circula en las redes sociales una nota periodística sobre una obra escultórica del maestro Thimothy Schmalz ¨Los ángeles inocentes¨ trabajo comisionado por el Papa Francisco para ser instalado en los jardines del Vaticano como homenaje a uno de los grandes fenómenos sociales de la humanidad la migración. La obra es fantástica, conmovedora, inspiradora. En ella se retratan todas las razas, todas las edades, todas las emociones, la humanidad moviéndose rompiendo fronteras, buscando un futuro mejor o quizás diferente.
Que tiene que ver esto con Guayaquil, Guayaquil de mis amores, mucho, mucho, yo lo siento latente en mi soy solamente segunda generación
de uno o varios de esos viajeros pero ya nacida en este terruño. Soy guayaquileña, ecuatoriana de corazón de sangre libanesa intacta todavía,
mis brazos abrazaron a esos intrépidos escucharon sus fuertes o leves acentos contando sus historias, unos de travesías lujosas y faciles otros no tan así, con escalas en otros países, muchos pasaron por europea, estados unidos, Mexico y decidieron seguir, fue finalmente el muelle del malecón o el de libertad en la península de Santa Elena que los recibió, así se forjo la colonia libanesa de Guayaquil, esta ciudad los acogió los ayudo, nos hicimos guayaquileños de corazón en una lucha que no fue fácil, luego vinimos los de nacimiento como mi persona y ahora de sangre como en el caso de mis nietos, dimos todos los pasos recorriendo sus calles forjando su comercio, su banca, se forjaron grandes profesionales médicos, ingenieros, juristas y en todas las ramas que desarrollaron y desarrollan aquí su gran talento y ganas de luchar.
Hemos tenidos altos y bajos fueron, han sido muchos pero Guayaquil ampara protege, el río nunca deja de fluir su corriente es continua y refrescante. Sus cerros centinelas protectores nos inspiran siempre mirando al cielo. Gracias Guayaquil de mis amores. Don Nicasio nunca lo olvidaré.


Guayaquil se hacía querer la ciudad de la brisa de verano y los portales de los cerros guardianes tenía una arquitectura que se desarrolló en los tiempos de la colonia. Las familias adineradas llegaron a traer sus casas de madera desarmadas de Europa y luego se armaban en el puerto. Luego de la colonia llega la Compañía Italiana de Construcciónes y otras similares y el cemento se vuelve arte en el Malecón y en otras calles de Guayaquil. Es tan claramente bello este legado, ahora confundido en la ciudad, que la construcción privada lo replica bellamente en ciudadelas en el nuevo Guayaquil, que es ahora en el cantón Samborondon, capricho geográfico que no nos deja sin nuestra identidad de Guayaquileños. Chazas, portales, ribetes columnas, colores del Guayaquil de antaño son, sin lugar a dudas, la inspiración de esta bella arquitectura del nuevo desarrollo de nuestra ciudad.

Partituras originales – Guayaquil de mis amores
Nicasio E Safádi.
Con ilusión y afecto,

Editora personal
AmhaDesign